Proporcionar disfrute a una nación en conflicto: el objetivo de Sudán en la Copa Africana
De la angustia provocada por el conflicto armado a un enfrentamiento puramente atlético: Mohamed Al Nour, portero del equipo nacional de Sudán, declara que su formación acude a la Copa de África de Naciones (CAN) de fútbol en Marruecos para permitir que sus conciudadanos olviden momentáneamente su severa cotidianidad.
Al estallar el violento enfrentamiento entre el ejército y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en abril de 2023, en medio de una pugna por el control, este guardameta tuvo que suspender su trayectoria futbolística de forma temporal.
"Experienciamos el pánico", relata a la AFP este deportista de 25 años, que milita en el Al Merreikh, uno de los dos clubes más destacados de Sudán.
Su hermano, según narra, permaneció cautivo por las FAR durante casi nueve meses.
El conflicto ha causado decenas de miles de fallecidos, ha forzado el desplazamiento de cerca de 12 millones de individuos y ha generado, de acuerdo con las Naciones Unidas, la crisis humanitaria más grave del planeta, en tanto que las dos facciones se profieren serias imputaciones.
Mohamed Al Nour espera que su escuadra, que ha accedido a los octavos de final del certamen, pueda avanzar "lo máximo posible" en esta CAN para "brindar alegría al pueblo" sudanés, inmerso en el desorden debido al colapso del sistema de salud, la ruina de las infraestructuras y el hambre en diversas áreas del territorio.
Tras sufrir una derrota por 3-0 en el debut de la fase de grupos frente a Argelia, Sudán asombró en la segunda fecha al vencer 1-0 a Guinea Ecuatorial en Casablanca, un resultado vital para avanzar a octavos previo a su cierre de grupo este miércoles contra Burkina Faso.
Se trata de la segunda victoria de Sudán en sus seis ediciones recientes de la Copa de África, una competición que la nación ganó una vez, en 1970, en un período radicalmente distinto.
"Formar un grupo unido"
Desde el arranque de la guerra, la liga local permanece paralizada, lo que ha impulsado al club de Mohamed Al Nour y a su acérrimo oponente, el Al Hilal, a trasladarse al exilio, inicialmente a Mauritania y después a Ruanda.
En 2025, ambos clubes celebraron un breve torneo doméstico con el propósito de mantener su elegibilidad en las competiciones africanas, conforme a la Federación Sudanesa, que comunicó que la liga nacional iniciará en enero en las regiones juzgadas como seguras.
"Tratamos de aprovechar cada encuentro para entrenar y fomentar la cohesión en el equipo, con el fin de forjar una unidad", detalla el centrocampista Ammar Taifour, quien formaba parte del Al Merreikh al inicio del conflicto.
Hasta el momento, los esfuerzos internacionales por lograr una pausa en las hostilidades no han prosperado.
Tras el triunfo sobre Guinea Ecuatorial en esta Copa de África, "fue fantástico observar la respuesta" de los sudaneses en el estadio o de aquellos que mandaron expresiones de regocijo desde fuera del país, afirma Taifour, nacido en Estados Unidos.
Su aspiración es que los logros de los Cocodrilos del Nilo, uno de los sobrenombres del combinado sudanés, logren "distraer de la guerra" a los seguidores, aunque solo sea por breves momentos.
"Orar por la calma"
Para él, el 15 de abril de 2023 quedará indeleble en su recuerdo: "Nos hallábamos en una sesión de preparación con el Al Merreikh en Jartum. Recuerdo la estupefacción, el impacto, que generaron los primeros tiros (...) Resultó algo imprevisto, nadie lo anticipaba".
"Luego, en los días subsiguientes, los apagones eléctricos y los disparos ininterrumpidos (...) Ignorábamos lo que ocurría", agrega el jugador, que actualmente defiende al CS Sfaxien de Túnez.
Más de dos años más tarde, la guerra persiste, caracterizada asimismo por fusilamientos, saqueos y agresiones sexuales.
Tras capturar El Fasher, el último enclave del ejército en la vasta región de Darfur al oeste del país, los paramilitares de las FAR han enfocado sus acciones en la adyacente Kordofan.
"Solo oro por la paz y para que todos en esa circunstancia alcancen la protección y logren sobreponerse", manifiesta Ammar Taifour.