¿Por qué el Barcelona sigue sin poder jugar en su remodelado Camp Nou?

¿Por qué el Barcelona sigue sin poder jugar en su remodelado Camp Nou?
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El Barcelona abandonó su histórico pero deteriorado estadio en mayo de 2023, con la esperanza de regresar al Camp Nou renovado apenas un año y medio después, sin embargo, dieciséis meses más tarde de lo planeado, el conjunto culé continúa sin pisar su terreno de juego, lo que agrava las dificultades económicas del club.

La reapertura del estadio modernizado estaba programada para noviembre de 2024, fecha que coincidía con el 125 aniversario del Barça, pero ese momento pasó, al igual que la primavera de 2025 y luego agosto de este año para el encuentro amistoso del trofeo Joan Gamper... Las previsiones que el club fue anunciando no se materializaron.

El Barça consiguió autorización para jugar sus tres primeros encuentros de liga como visitante, con el propósito de ganar tiempo en las obras y volver al Camp Nou a mediados de septiembre, pero ni siquiera eso se consiguió.

Después de dejar el estadio olímpico de Montjuïc, donde el equipo blaugrana disputó los dos últimos temporadas, el club tuvo que jugar sus dos primeros partidos en casa en el Johan Cruyff, con una capacidad de solo 6000 personas, un aforo típico de un equipo de tercera división.

Prioridad a la seguridad

En los días recientes, los actuales campeones de España pusieron su meta en el partido de liga del domingo ante la Real Sociedad para la reapertura.

No obstante, el martes el Ayuntamiento informó que el Barça todavía no podía obtener el permiso para volver al Camp Nou, ni siquiera con una capacidad limitada a 27000 espectadores. 

"Este Ayuntamiento debe asegurar la seguridad de todos los que deseen asistir al estadio; esta es la prioridad", enfatizó la primera teniente de alcalde Laia Bonet, mientras que el servicio de bomberos detalló que hay ciertos inconvenientes con las rutas de evacuación. 

Desde el inicio de las obras, el club ha lidiado con varios obstáculos.

Dos vestuarios se reconstruyeron en dos ocasiones por inundaciones. Además, las protestas de los residentes llevaron a una regulación más rigurosa de los horarios laborales debido a la contaminación sonora y lumínica, al tiempo que el costo de los materiales subió en parte por la invasión rusa de Ucrania. 

Y cuanto antes vuelva el Barça a su estadio, antes podrá empezar a generar ingresos de él, un club que desde la pandemia padece serios apuros financieros.

La cubierta, en 2027

En una visita a las obras que el club organizó para varios medios, incluyendo la AFP, se observó el progreso de las labores, con dos tercios de las gradas ya reconstruidas (falta el anillo superior), nuevos asientos más amplios, cambio en la iluminación, la zona de estacionamientos y un césped que aparenta estar listo para el juego. 

Pero aún queda mucho trabajo por delante. El vestuario del Barça no está terminado, aunque hay dos para los visitantes que sí lo están, de forma que el equipo utilizaría uno de esos, aunque todavía no pintados y con tuberías visibles en el techo.

Y la cubierta no se colocará hasta el verano de 2027, por lo que la obra completará, como mínimo, un año después de la fecha originalmente prevista.

Consecuencias económicas

Estos demoras tienen importantes repercusiones económicas para un club en apuros desde la pandemia, al no poder beneficiarse de los ingresos de una de las mayores atracciones turísticas de Barcelona.

Según la prensa española, el club ha suscrito varios préstamos para saldar deudas y costear las obras del Camp Nou. A partir de diciembre también empezará a pagar los intereses del préstamo de 1450 millones de euros con Goldman Sachs, estimados en unos 45 millones.

Y los derechos de explotación de los palcos VIP que el club otorgó a inversores del Golfo por 100 millones durante 20 años, no se han contabilizado al no estar el estadio en funcionamiento.

El gigante del streaming Spotify, que en 2022 cerró un acuerdo récord para lucir su nombre en las camisetas y en el nuevo estadio, solo aportará cinco millones anuales, en vez de los 20 pactados, mientras el campo no pueda acoger el 90% de su aforo.

Por eso el club tiene prisa por regresar al Camp Nou, aunque sea con una cuarta parte del aforo final (105000 espectadores). La nueva fecha límite es el partido frente al Girona el 18 de octubre.