Pellegrino, la crítica de Lanús ante los peligros del fútbol empresarial

Pellegrino, la crítica de Lanús ante los peligros del fútbol empresarial

Mauricio Pellegrino a menudo medita sobre el impacto de la fama en los futbolistas jóvenes. Desconfiado de la ambición por el estrellato en el deporte, este entrenador aplica su visión humanista en Lanús, un equipo que prioriza a los juveniles y que el sábado se impuso en la Copa Sudamericana 2025.

Tras retirarse como jugador en 2006, este técnico argentino de 54 años ha examinado con comentarios breves y agudos los influjos del dinero, las redes sociales y la tensión mental en un juego ávido de celebridades. 

A lo largo de su trayectoria en los bancos de equipos en España, Inglaterra y Argentina, que este sábado por fin acabó con una larga espera de trofeos, ha equiparado la tecnología a la dependencia del cigarrillo y culpa a los sueldos elevados en el fútbol de apartar a los atletas con frivolidades. 

Con un enfoque pedagógico, Pellegrino se incorporó en enero anterior con esa perspectiva a Lanús, el humilde club bonaerense que en años recientes confía en su formación y que este sábado en Asunción superó al aspirante Atlético Mineiro en tiros desde el punto penal 5-4 para proclamarse ganador de la Copa Sudamericana 2025. 

Frente a los medios en conferencias y charlas, el preparador mantiene sus observaciones: 

"Es una etapa complicada para los muchachos. Las normas del deporte provocan que a los chicos, por caso, les ofrezcan contratos basados en su potencial futuro y no en su rendimiento actual", manifestó al ser anunciado en el equipo celeste y rojo. 

"En el pasado, los contratos se firmaban por lo que valían, ahora por lo que podrían alcanzar", añadió el director técnico, que como futbolista conquistó una Libertadores y una Copa Intercontinental con Vélez Sarsfield. 

Fútbol empresarial

 

Pellegrino afirma que en su etapa como jugador vivió un fútbol donde se valoraba más el placer del juego y menos el entorno corporativo que lo envuelve hoy, en el que no se tolera el fracaso ni la posibilidad de caer, tal como expresó en una charla con ESPN en 2019. 

Fue un alto zaguero central de 1,93 metros que lució las elásticas de potencias como Barcelona, Liverpool y Valencia, donde cayó en dos finales seguidas, en 2000 y 2001, de la Liga de Campeones de Europa. 

Los directores que más respeta delinean su modo de dirigir: el holandés Louis Van Gaal, su superior en el Barça, y el español Rafa Benítez, junto a quien trabajó en el Liverpool. Los dos se destacan como entrenadores fieles a esquemas tradicionales. 

Ya en el rol de entrenador, volvió al Valencia y pasó por diversas escuadras como el Southampton británico. 

Siempre combina su afán por desarrollar a las promesas juveniles con el recuerdo de sus mejores momentos sobre el césped. 

"Los jóvenes de ahora enfrentan innumerables tentaciones. Absorben todo tipo de inputs constantemente: redes sociales, informaciones sobre sí mismos, representantes, patrocinios. En nuestra época, solo teníamos el fútbol, así que nos concentrábamos exclusivamente en él", comentó al periódico El País de España en 2019.

Su enfoque reflexivo se adaptó idealmente a Lanús, que desde 2013 ha disputado cuatro finales internacionales (una de Libertadores y tres de Sudamericana, incluyendo la de este sábado) con los noveles como ejes centrales.

A diferencia de gigantes como Boca Juniors o River Plate, el Granate evita gastos millonarios en fichajes. 

Exigente

Y este sábado Pellegrino obtuvo su primer campeonato como entrenador principal.

Respecto a su personalidad, se presenta como un mentor accesible, pero principalmente riguroso. "Confío plenamente en las rutinas", en "fomentar un clima de demanda constante", según relató al canal de YouTube Coaches' Voice.

Aunque tiende a la discreción, en ocasiones muestra un temperamento inquieto. En 2013, mientras comandaba a Estudiantes de La Plata, gesticuló con exceso el brazo y se luxó el hombro.

Sus antiguos colegas notaron su inclinación desde joven. 

Roberto Ayala, su ex compañero en la defensa del Valencia, lo califica como alguien que "invita a reflexionar", en tanto que el ex portero español Santiago Cañizares lo ve como un individuo con un discurso profundo: "No es alguien liviano".