Mary Fowler acusa a una antigua compañera de Montpellier de regalar plátanos de forma racista
La atacante australiana del Manchester City Mary Fowler relata en su autobiografía que una exjugadora de Montpellier les dio a ella y a otra compañera de color unos plátanos como obsequio de adiós al equipo francés.
En su obra Bloom lanzada esta semana la deportista de 22 años describe su complicada experiencia en el sur de Francia entre 2020 y 2022 un periodo que la hizo considerar abandonar el deporte.
Fowler se unió a Montpellier con solo 17 años y dos años después dejó la localidad costera para mudarse a Manchester.
La jugadora cuenta que el club organizó un evento de despedida para las futbolistas que salían ese año aunque ni ella ni su amiga holandesa Ashleigh Weerden recibieron mención alguna durante la ceremonia.
Una vez en el vestuario varias compañeras indagaron el motivo por el cual no habían obtenido ramos de flores y nos limitamos a encogernos de hombros igual de perplejas que ellas narra.
Algunas se carcajearon y entonces otra integrante del equipo se acercó y nos entregó a mi amiga y a mí unos plátanos comentando Tomad esto como detalle añade Fowler.
Quedarse sin flores es un asunto pero al ser dos de las escasas seis jugadoras negras del grupo aceptar plátanos no era algo para pasar por alto fácilmente y archivar cuestiona.
¿Ocurrió por casualidad? ¿Era lo único disponible en el vestuario para ofrecernos? ¿Lo hizo con intenciones positivas? se pregunta.
Fowler menciona haber intentado excusarlo en diversas formas incluso explorando si podría haber sido un fallo sin rencor.
Sin embargo al agregar las numerosas ocasiones en que en el club experimentamos sensaciones similares resulta complicado considerarlo un mero equívoco concluye.