Entrenadores de fútbol en el punto de mira de la "batalla de críticas" en las redes sociales

Entrenadores de fútbol en el punto de mira de la "batalla de críticas" en las redes sociales

"Las redes sociales han destruido el fútbol", se quejó Renato Gaúcho al hacer pública su sorprendente dimisión como técnico del Fluminense de Río de Janeiro.

Más allá de los jugadores destacados, que siempre han estado más al descubierto, la protesta de este experimentado entrenador brasileño refleja un aumento del cansancio ante la presión en línea, que también impacta a los que ocupan el banquillo.

El efecto de las redes sociales es un tema de discusión en el deporte rey desde hace algunos años.

La FIFPRO, Federación Internacional de Sindicatos de Jugadores, denuncia los "niveles alarmantes" de "acoso en internet" dirigido a futbolistas, entrenadores, colegiados e incluso seguidores.

Después del Mundial de Qatar 2022, la FIFA y la FIFPRO solicitaron a las plataformas que adoptaran acciones tras un estudio que identificó más de 19.000 mensajes "ofensivos, discriminatorios o amenazantes" durante la competición.

A nivel regional, la Conmebol implementó en agosto un mecanismo para identificar mensajes de odio en los encuentros de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, y alertar a las autoridades en situaciones graves.

"Se ha terminado el fútbol. Las redes sociales lo han arruinado tanto para el jugador como para el entrenador (...). Es una batalla de críticas", declaró Renato Portaluppi "Gaúcho", de 63 años, al dimitir en septiembre, después de la salida del Flu ante el Lanús en la Copa Sudamericana.

Las recientes elecciones del exfutbolista, vencedor de la Libertadores y la Copa Intercontinental en 1983 con el Gremio, habían provocado una avalancha de reproches en las redes.

"El coste de la sobreexposición"

Los analistas destacan cómo la opinión del público ha pasado de limitarse a los silbidos en los estadios a convertirse en algo permanente.

"En el pasado, a un entrenador le llamaban 'burro' en el estadio y eso no iba más allá del día siguiente. Ahora, la crítica se difunde masivamente, aparece en los medios y perjudica a los patrocinadores. Es el coste de la sobreexposición en internet", explica Ivan Martinho, experto en marketing deportivo.

El argentino Marcelo Bielsa, seleccionador de Uruguay de cara al Mundial de 2026, ha sido otra voz en contra.

"Afirman que vendo humo", protestó durante su período como entrenador del Leeds United. "Como casi todos los entrenadores somos perdedores, estamos aislados", afirmó.

"Siempre hay uno o dos individuos que publican un montón de tonterías en las redes sociales. Es un territorio sin ley, ¿verdad?", comentó por su parte el técnico del Bahia y exguardameta Rogério Ceni.

Los entrenadores brasileños están particularmente expuestos a las tensiones propias del fútbol, como se evidencia en que de los 20 equipos de primera división, 13 han sustituido al menos una vez a su técnico a lo largo del campeonato 2025.

Solo cuatro entrenadores han permanecido más de un año en su equipo actual: Ceni, Abel Ferreira (Palmeiras), Filipe Luís (Flamengo) y Léo Condé (Ceará).

Guardiola, al margen

El técnico del Manchester City, Pep Guardiola, uno de los más reconocidos a nivel mundial, afirma que evita las redes sociales.

"No me gustan (...). Ni TikTok, ni Instagram, ¡nada! Solo tengo mi teléfono y mis mensajes", manifestó el español el año pasado en una entrevista con Sky Sports.

El impacto creciente de las redes sociales obliga a entrenadores y deportistas a "prepararse", indica a la AFP el psicólogo deportivo Vitor Guida.

"El entrenador requiere asesoramiento (...). El soporte psicológico y el del club (con el que colabora) son fundamentales para que se sienta apoyado", resalta.

Martinho también enfatiza que una gestión adecuada de las redes ofrece grandes posibilidades.

En la era digital, en realidad, la visibilidad del fútbol se ha multiplicado, lo que se traduce en sueldos más altos y acuerdos de patrocinio mejores, según este especialista.

Recientemente, entre los jugadores, los chilenos Felipe Loyola y Pablo Galdames, del argentino Independiente, cerraron sus perfiles.

Ambos fueron objetivo de mensajes de desaprobación por cuestionar la ausencia de protocolos de seguridad en el enfrentamiento violento entre aficionados de ese club y la Universidad de Chile en un partido de agosto en la Copa Sudamericana.

Fuera del fútbol, figuras como la gimnasta estadounidense Simone Biles y la tenista japonesa Naomi Osaka se han alejado de las redes sociales por motivos de "salud mental".