El Mundial de 2026, una ocasión inmejorable para el lucimiento de Trump

El Mundial de 2026, una ocasión inmejorable para el lucimiento de Trump

Aunque el fútbol no sea del agrado de Donald Trump, el sorteo del Mundial de 2026, previsto para este viernes en Washington, ofrece una gran chance para que el líder de Estados Unidos se luzca, dado su gusto por el esplendor y la grandiosidad.

Trump recibirá un galardón por la paz creado por la FIFA especialmente para este evento en el Centro Kennedy, entregado por su amigo Gianni Infantino, presidente de la federación.

Ademas, será una oportunidad para interactuar con líderes y figuras internacionales. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien coorganiza el torneo junto a Estados Unidos y Canadá, ha confirmado su asistencia a Washington.

Allí mantendrá una breve reunión con Trump y con el primer ministro canadiense, Mark Carney, para abordar temas de comercio y asuntos bilaterales, según indicó la presidenta.

Las declaraciones de Sheinbaum

Para México y Canadá, vecinos de Estados Unidos, el reto consiste en renegociar condiciones lo más ventajosas posible en el acuerdo de libre comercio que une a los tres países (ACEUM).

Este pacto comercial de Norteamérica resulta esencial para las tres naciones, ya que asegura la competitividad regional, señaló la líder al confirmar su presencia.

Hasta el momento, Sheinbaum ha persuadido al empresario republicano de evitar un arancel amplio sobre las exportaciones mexicanas, de las cuales el 80 por ciento va dirigido a Estados Unidos.

En reciprocidad, su administración ha posicionado tropas en la frontera común y ha incrementado las capturas para reducir el flujo de narcóticos hacia el país norteño.

No obstante, sectores vitales para la economía mexicana, como el automotriz y el siderúrgico, enfrentan impactos por los impuestos establecidos por el republicano.

El pase FIFA

El deporte preferido de Trump es el golf, aunque también disfruta de actividades más intensas, como el fútbol americano o los deportes de lucha, incluyendo el boxeo y las artes marciales mixtas.

Desde que Estados Unidos se sumó a la candidatura en 2017, en su primer periodo presidencial, para albergar el Mundial de 2026, Trump reconoció el vasto potencial diplomático y de imagen pública que implicaba este acontecimiento deportivo.

El turismo internacional ha disminuido notablemente en Estados Unidos desde el comienzo de su segundo mandato, de acuerdo con cifras oficiales, debido al rigor en los controles fronterizos.

La prensa de Estados Unidos reporta que el yerno del presidente, Jared Kushner, jugó un rol clave en el éxito de esta postulación compartida con México y Canadá.

Kushner tiene una influencia significativa, aunque no oficial, en los asuntos diplomáticos delicados de su suegro, ya sea en Oriente Medio o en el conflicto ucraniano.

Trump le transmitió a Infantino que readmitir a Rusia en la Copa del Mundo podría servir de incentivo para que Moscú resuelva la guerra en Ucrania.

Trump aspira a convertir este torneo, al igual que los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, en escaparates de su era dorada para América.

Más allá de impulsar el turismo, la organización de estos eventos globales busca validar su enfoque nacionalista.

Queda pendiente que los seguidores, especialmente de naciones sin pactos bilaterales para estancias turísticas breves (menos de tres meses) con Estados Unidos, puedan acceder sin complicaciones excesivas.

Trump ha dado a conocer la creación de un pase FIFA que otorgará a los titulares de boletos para partidos del Mundial una cita para agilizar su entrada.

Aun así, su boleto no equivale a un visado, precisó el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.

En la final del Mundial de Clubes a mitad de año, donde el Chelsea venció al París Saint-Germain en el MetLife Stadium cerca de Nueva York, Trump se presentó con orgullo al entregar el trofeo y lo exhibió en el Despacho Oval por varios meses.

Ex conductor de programas de telerrealidad, Trump ha presumido recientemente de su reunión con Cristiano Ronaldo.

La estrella portuguesa, que milita en el club saudí Al Nassr, asistió a una cena formal en homenaje al príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salmán.