El motivador de la selección de fútbol palestina proviene de un local en Gaza
El técnico del equipo nacional palestino de fútbol, Ehab Abou Jazar, lleva sobre sus hombros las ilusiones de una nación marcada por el conflicto armado. Sin embargo, quien realmente le inspira y le anima es su progenitora, operando desde un pequeño comercio en Gaza.
El conflicto devastador que estalló tras el asalto sin precedentes de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023 interrumpió por completo las competiciones de la liga local de fútbol.
Aun así, la madre del director técnico se resiste a permitir que la situación elimine las aspiraciones atléticas de su hijo en el torneo de la Copa Árabe disputado en Doha.
Cuando las líneas de comunicación funcionan, le ofrece orientaciones y palabras de aliento por vía telefónica desde su establecimiento en Gaza, su actual hogar tras la destrucción de la vivienda familiar.
"¡Solo me habla del conjunto y de la competición!", relata a la AFP el preparador de 45 años, residente en Doha.
"Indaga por los integrantes, sobre quién iniciará, quién no participará, cuestiona la táctica y el estado de ánimo colectivo".
Huda Mahmoud Abou Jazar, de 62 años, reside en estos momentos en el asentamiento para desplazados de Al-Mawasi, en el sur de la Franja de Gaza, acompañada de su otro vástago, su nuera y sus descendientes.
"Es imposible expresar la enorme dicha que experimento por mi hijo y su notable escuadra", afirma a la AFP.
"Una felicidad perdida"
Con orgullo, narra cómo todo el campamento se llenó de euforia al enterarse de la victoria palestina sobre Catar en un encuentro de la Copa Árabe la semana pasada.
"Se oían gritos de júbilo en todas direcciones. Nos regalaron una felicidad que habíamos extraviado en Gaza", recuerda. "Representa un inmenso orgullo para nuestra gente".
Ehab Abou Jazar, quien jugaba como defensor izquierdo durante su carrera como futbolista, aspira a contagiar a su plantilla el entusiasmo de su madre.
"Repetimos que formamos una modesta familia palestina" que encarna a la totalidad de la sociedad, detalla.
"Claro que eso genera exigencia, pero se trata de una exigencia constructiva", prosigue.
La escuadra nacional palestina se sitúa en el lugar 96 del escalafón FIFA y sus opciones de debutar en una Copa del Mundo en junio se evaporaron meses atrás después de un empate frente a Omán en Jordania.
No obstante, los deportistas, la mayor parte de los cuales no han conocido Gaza en persona, grabaron un hito el domingo al igualar cero a cero con Siria y clasificarse a los cuartos de final de la Copa Árabe.
Rendimiento notable en la Copa Árabe
Este desempeño demuestra al planeta que los palestinos logran "sobresalir en cualquier área" si disponen de condiciones adecuadas, enfatiza Abou Jazar, quien colgó las botas en 2017 para asumir el mando del combinado nacional en 2024.
Con su grupo, ha monitoreado el suceso en Gaza desde Doha, con preocupación por sus allegados.
"Representó una carga psicológica, sobre todo al comienzo del enfrentamiento", comenta en un instante de relativa calma gracias al delicado alto el fuego vigente entre Israel y Hamás desde el 10 de octubre.
"No comprendíamos qué sucedía. Pero la tenacidad forma parte de nuestra herencia", garantiza el técnico.
"Si nos rendimos, nos extinguiremos como nación", resalta.
Antes del choque dominical contra Siria, la madre de Abou Jazar logró transmitir un mensaje a su descendiente y a la plantilla.
"Ruego por ellos constantemente, que Dios dirija sus remates, y si la voluntad divina lo permite, el triunfo será de ellos esta vez", le transmitió previo al partido.
Durante los juegos del equipo, Ehab Abou Jazar percibe que ofrece un soplo de consuelo a los habitantes de Gaza, exhaustos tras dos años de hostilidades.
"Es lo que nos sostiene y nos impulsa, entregar gozo a nuestra comunidad", expresa. "Todo ello nos empuja a batallar en la cancha hasta el final".