Las manifestaciones a favor de Palestina incrementan la tensión en el crucial partido entre Italia e Israel, vital para las aspiraciones de la Azzurra rumbo al Mundial
La complicada situación de Italia para asegurar su clasificación directa al Mundial 2026 se ve agravada por las presiones derivadas de las manifestaciones pro palestinas previas al encuentro clasificatorio ante Israel, programado para el próximo martes en Udine.
El fin de semana, Italia albergó algunas de las movilizaciones más masivas de Europa en repudio a la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, iniciada tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023 y que actualmente completa su tercer año.
El viernes, en el marco de una jornada de movilización en favor de Palestina, un grupo de manifestantes se desplazó hasta el centro de entrenamiento de la selección italiana en Florencia exigiendo la cancelación del partido.
Aunque Italia se enfrentará a Estonia el sábado, toda la atención mediática se centra en el encuentro del martes, a pesar de que tan solo se han vendido 4.000 entradas.
Udine, localidad del noreste italiano, fue seleccionada como sede del encuentro con el objetivo de minimizar los posibles disturbios públicos.
La ciudad acogió previamente el último partido ante Israel, correspondiente a la Liga de Naciones celebrado en septiembre de 2024.
Ese partido se desarrolló sin altercados, aunque contó con un despliegue policial y militar de gran envergadura, incluyendo soldados desplegados en la cubierta del estadio.
No obstante, la amenaza de manifestaciones más numerosas y complejas ha motivado al alcalde local, Alberto Felice De Toni, a solicitar el aplazamiento del encuentro.
Situación "muy triste"
Durante la semana, el entrenador de la selección italiana, Gennaro Gattuso, calificó la situación en Gaza como "muy triste" y expresó su preocupación por el ambiente tenso en un partido decisivo para las aspiraciones de Italia de lograr el pase al Mundial, después de dos ediciones consecutivas ausentes.
"Esperamos alrededor de 10.000 personas fuera del estadio y entre 5.000 y 6.000 dentro", anticipó el técnico italiano. "Nuestro objetivo es clasificarnos para el Mundial y hubiéramos preferido disputar este partido ante un público entusiasta en casa, como ocurrió el mes pasado en Bérgamo con la victoria por 5-0 ante Estonia", añadió.
Una labor que resulta especialmente complicada incluso sin la presión externa derivada del partido contra Israel, considerando la precaria posición de Italia para lograr la clasificación directa: únicamente los ganadores de cada grupo obtienen plaza asegurada en el torneo.
Italia se sitúa en segunda posición con nueve puntos, empatada con Israel y a seis unidades del líder, Noruega. No obstante, la Azzurra ha jugado un partido menos que ambas selecciones.
La considerable diferencia de goles de Noruega, que supera a Italia por dieciséis tantos, implica que el equipo de Gattuso solo podrá acceder a la primera posición si consigue victorias en sus cuatro partidos pendientes y si Erling Haaland y sus compañeros cometen errores antes de su visita al San Siro en noviembre.
De no cumplirse dichas condiciones, Italia acabará en segunda posición y únicamente el repechaje le permitirá disputar el próximo Mundial, una fase que ha supuesto sus mayores desafíos en las dos últimas ediciones.
Particularmente impactante resultó la última edición, cuando Italia no logró clasificarse para el Mundial 2022 a pesar de haber obtenido el título europeo el año anterior.