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Futbolistas invidentes de Sudán del Sur aspiran a los Paralímpicos

Futbolistas invidentes de Sudán del Sur aspiran a los Paralímpicos

Hasta hace solo cinco años, el equipo nacional de fútbol adaptado para personas con discapacidad visual contaba únicamente con dos integrantes. Esta semana, las "Bright Stars" compiten en su debut en un campeonato internacional en Uganda, donde no esconden su ambición de participar en los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028.

El fútbol 5 para invidentes se juega bajo normas particulares y con un balón que incluye cascabeles, lo que ayuda a los atletas a seguirlo gracias al ruido que emite.

Esta modalidad generó gran impacto durante los Juegos Paralímpicos de París 2024, con encuentros disputados ante tribunas abarrotadas en un estadio provisional emplazado justo enfrente de la Torre Eiffel.

Sin embargo, Sudán del Sur, que se independizó de Sudán en 2011, arrastra desde hace tiempo una profunda inestabilidad y altos niveles de pobreza, a pesar de sus reservas de petróleo. En este contexto, el fútbol convencional no es una prioridad, y su variante paralímpica lo es aún menos.

Aun así, la selección de fútbol adaptado ha logrado organizarse, avanzar y ganar reconocimiento, superando innumerables dificultades.

Inestabilidad política

"Los desafíos son nuestros aliados más cercanos", afirma sonriente Yona Sabri Ellon, de 22 años, delantero del conjunto, quien perdió la visión hace doce años debido a un glaucoma.

En Sudán del Sur, los terrenos de fútbol suelen estar plagados de baches, lo que representa un serio riesgo de lesiones para los jugadores invidentes. Existe un solo campo llano disponible, pero este es de uso pagado, explica Simon Madol Akol, el director técnico del equipo.

El país carecía hasta recientemente de un Comité Paralímpico propio, lo que bloqueaba las aspiraciones del equipo para los Juegos de Los Ángeles 2028, pero este obstáculo se superó hace apenas un mes, y ahora el objetivo parece más alcanzable.

No obstante, la volatilidad política continúa siendo el mayor peligro.

En septiembre, el vicepresidente Riek Machar enfrentó cargos por "crímenes contra la humanidad" y fue apartado de su cargo, avivando temores de un nuevo enfrentamiento, casi siete años tras el fin de una guerra brutal entre sus seguidores y los del presidente Salva Kiir.

Aquel conflicto dejó al menos 400.000 fallecidos entre 2013 y 2018.

Desde enero hasta septiembre, más de 1.800 civiles han perdido la vida en Sudán del Sur, un nación "al filo del abismo", de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas.

París 2024, la inspiración

Mientras los líderes sursudaneses avivan tensiones étnicas para fomentar divisiones, los cerca de 40 miembros de las "Bright Stars" provienen de distintas comunidades del país, algo que enorgullece a Simon Madol Akol.

Este entrenador, quien menciona el amplio apoyo que recibió la selección de baloncesto de Sudán del Sur en los Juegos Olímpicos de 2024, confía en que su grupo despierte un fervor similar.

"Debemos lograr anotar, para que la afición se una en la celebración de los tantos. Mediante el fútbol, conseguiremos una paz estable en Sudán del Sur", ilusiona el atacante Yona Sabri Ellon.

El camino inicial hacia los Paralímpicos transcurre por el torneo de Kampala, en el que Sudán del Sur se enfrenta a la local Uganda y a Zimbabue. Un puesto entre los dos primeros le permitiría continuar en los clasificatorios para Los Ángeles 2028, aunque el trayecto aún es extenso.

El grupo ha llegado a Kampala con ocho jugadores, viajando en autobús desde Juba.

"Solo el hecho de competir ya es un triunfo para nosotros", enfatiza el entrenador, quien asegura haber seguido todos los encuentros de fútbol 5 para invidentes en los Paralímpicos de París, utilizándolos como "motivación clave" para esta iniciativa.